PARTE MORTUORIO:
“Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas, lo sabemos, porque lo hemos intentado, tampoco un millón de lágrimas, lo sabemos, porque hemos llorado, solo nos queda tu recuerdo, tus enseñanzas, y la esperanza de volvernos a encontrar.”
El 20 de julio de 2018, enlutando a distinguidas familias del Cantón Machala, la Provincia y el país, partió a los brazos del Creador quien en vida fue distinguido caballero:
Sr. Don Ángel Ramiro Solórzano Armijos.
Sus padres: Antonio Solórzano (+) y Amelia Armijos (+). Su esposa: Alba Mora Rosero. Sus hijos: Miguel, Maribel, Vicky, Melissa, Marco Solórzano Mora y Marisol Solórzano Rodríguez. Sus hijos políticos: Alberto Valdivieso, Paola Zamora y Santiago Alarcón. Sus nietos: Evan, Adam y Alba Valdivieso Solórzano; Sophia y Cayetana Solórzano Zamora; Shirley y Edison Alarcón Solórzano. Su bisnieta: Scarlet Amores Alarcón. Sus Hermanos: Víctor, Yolanda (+), Argentina y Jaime Solórzano Armijos; Sus Hermanos políticos: Yolanda Campuzano y Elva Ramos; sobrinos, primos y demás familiares invitan a sus distinguidos amigos y allegados a su velación que se lleva a cabo en la ciudad de Machala, en la sala de velaciones del Camposanto Privado Parque de La Paz.
Sus familiares invitan también a la Santa Eucaristía que se oficiará por el eterno descanso de su alma, en el Camposanto Privado Parque de La Paz, el Domingo 22 de julio de 2018 a las 12:00 horas y luego al traslado e inhumación de sus restos mortales en el mismo lugar.
Por su asistencia a este acto de Fe y solidaridad, sus deudos quedan eternamente agradecidos.
PAZ EN SU TUMBA
Condolence(1)-
Divina says
octubre 26, 2018 at 2:07 pmBuenas, en vista del dolor que sienten tras la perdida de su ser querido, me gustaría extenderles una esperanza biblica que se encuentra en el libro de (Hebreos 24:15) “y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos” así es nuestro amoroso Dios devolverá la vida a sus amigos que han muerto y ya no habrá mas sufrimiento ni clamor ni dolor por que estás cosas habrán pasado (apocalipsis 21:4).