PARTE MORTUORIO
“Concede, Señor, la felicidad de la gloria eterna a tu siervo a quien has llamado de este mundo cuando el vigor de la juventud embellecía su vida corporal; muestra para con él tu misericordia y acógelo entre tus santos en el canto eterno de tu alabanza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”
El 4 de noviembre de 2018, enlutando a distinguidas familias del Cantón Santa Rosa y la Provincia, durmió en los brazos del Señor quien en vida fue el Distinguido Caballero:
Señor Don Juan Evangelista Laines Sanjinez
Sus padres: Toribio Laines (+) y Esther Sanjinez (+); Su esposa: Carmen Correa; Sus hijos: Janeth, Rodrigo, Yadira, Saul Laines Correa; Sus hijos políticos: Juan San Martin, Gonzalo Quito, Teresita Ramos; Sus nietos: María Fernanda, San Martin, Carlos Zabala, Bryan Cueva, Andreu Quito, Dominick y Nahomy Laines; Sus hermanos: Ofelia (+), Toribio (+), Anita, Alejandro (+); primos tíos y demás familiares, invitan a sus distinguidos amigos y allegados a su velación en la residencia ubicada en el Barrio Teniente Hugo Ortiz, en la calle Napo.
Invitan también a la Santa Eucaristía que se oficiará en la Capilla del Teniente Hugo Ortiz, el martes 6 de noviembre de 2018 a las 11:00 horas y luego al traslado e inhumación de sus restos mortales en el Cementerio General de Santa Rosa. .
Por su asistencia a este acto de solidaridad, sus deudos quedan eternamente agradecidos.
PAZ EN SU TUMBA
Condolence(1)-
Divina says
noviembre 13, 2018 at 10:41 amSaludos, me dirijo a ustedes con el proposito de extenderles una esperanza biblica, en vista del dolor que sienten debido a la perdida de su ser querido, la muerte siempre ha sido un enemigo cruel pues nos separa de las personas que amamos, pero esto no siempre será asi, puesto que en el libro de (Isaías 28:8) menciona “se tragará la muerte para siempre jamás” si, podemos estar seguros de que nuestro creador Jehová nos ama y como muestra de ese amor eliminará la muerte y sus dolorosas secuelas, ya que el “limpiara las lagrimas de sus ojos y la muerte no será mas ni existirá ya mas lamento ni dolor ni clamor por que todas estas otras cosas han pasado” (apocalipsis 21:4).